Aquí se habla de cualquier cosa: fútbol, cine, videojuegos, pensamientos... Eso sí, de lo que no sé, no hablo. Puedes seguirme en Twitter: @Monle85
domingo, 15 de febrero de 2015
Monólogos 10: Arturo y El Monaguillo
Soy de la opinión de que muchas de las decepciones que nos llevamos en nuestra vida son consecuencia de unas previsiones demasiado optimista acerca de lo que nos vamos a encontrar, por eso mucha gente acaba decepcionada al ver la película de uno de sus libros preferidos. Eso en el cine tiene solución, ves la película primero y después te lees el libro. Así le das la vuelta a la tortilla, en vez de decepcionarte sales ganando, el libro será más completo y complementará has visto y te ha gustado. Pero, ¿qué pasa cuando no hablamos de películas y libros y sí de humoristas? Y a eso añadid que son humoristas que llevas siguiendo de un modo u otro desde hace casi diez años.
Anoche tuve la oportunidad, por fin, de ver a dos de los mejores humoristas de nuestro país: Arturo González Campos (@ArturoParroquia) y Sergio Fernándes "El Monaguillo" (@MonaParroquia). Seguramente a muchos de vosotros estos nombres no os digan nada, así que habrá que poneros un poco en antecedentes. Ellos dos son los presentadores de "La Parroquia", que se emite cada noche en Onda Cero entre las 2 y las 4 de la madrugada. Claro, con ese horario a ver quien les conoce. Pues los que padecemos de insomnio, los que trabajan (o hemos trabajado) por la noche o los que nos encanta jugar a la consola hasta las tantas. Además de otras apariciones televisivas puntuales, El Monaguillo lleva una temporada saliendo en Antena 3, principalmente en "Me Resbala", pero también en "A Bailar". Quizá ahora le pongáis cara.
Bueno, a lo que iba. Anoche tuve la oportunidad de poder ver su espectáculo en directo por primera vez, las veces que habían venido a Valencia, o no tenía con quien ir o se habían agotado las entradas. Y no hubo problema en ir hasta Gandía a verles, porque como pasó con "The Interview" (http://monleoneando.blogspot.com.es/2015/02/cine-interview-2014.html), salí con la sensación de que todos y cada uno de los euros que gasté tanto en las entradas como en la carretera valieron la pena. Cuando alguien va a ver un monólogo espera reírse. A veces incluso espera reírse mucho. Cuando llega el punto en el que quieres que se acabe el show porque te duele la mandíbula de tanto reírte, es que te lo estás pasando pirata (Monaguillo dixit). Y realmente, el único puñetero problema es que se acaba. Y en ese momento solo queda un pensamiento en tu cabeza: "¡¡¡quiero salir de fiesta esta noche con estos tíos!!!".
No sé si es el formato habitual, pero el primero en salir al escenario fue Arturo, el señor del criterio, el enemigo de la tortilla de patata, el fan más fiel de Batman que conocerás en tu vida. Fiel a su estilo habitual (quien haya escuchado el programa más de dos veces se dará cuenta), Arturo se indigna en el escenario. Es un auténtico espectáculo, ¿de dónde saca la voz este hombre para gritar tanto? Porque aunque será un número, lo borda, transmite sus pensamientos a la perfección. Y la temática variada, pero tocando uno de sus temas preferidos: las madres, esas chicas que una vez dan a luz son llevadas a un cuarto oscuro en el que les instalan un ojo biónico en la parte de la cabeza y son capaces de ver todos y cada uno de tus movimientos, esos seres que te martirizan desde que eres un niño de cuatro años, con sus frases míticas como "ni coche ni cocha" o "que coche ni que niño muerto". Además de las madres, el reparto es variado, hay para los padres, para los amigos, para las borracheras que te pillas de joven y para las novias. Todos reciben. Y se queda muy a gusto.
Y después de Arturo llega el más mediático de los dos (ojo con la injusticia de que Arturo sea más bien desconocido para el público general), El Monaguillo. Y si ya venías reído, y bien reído, del monólogo anterior, pues ahora solo queda sentarte y seguir disfrutando del espectáculo. Ya digo, disfrutar hasta que dices "basta", porque te duele la boca de tanto reír. El Mona lo da todo en el escenario, y si encima se complementa con alguna aparición puntual de Arturo haciendo el monguer por detrás, tienes la combinación perfecta para pasarlo de puta madre. La temática, también variada por su parte, empezando por aquellos grandes clásicos de los 80-90 como David Hasselhoff, Hasselbaink, Huntington, Hockenheim, como un vistazo a "los Gremlins" para acabar hablando del tamaño de la polla de los ponys de la feria y de su amigo el limitadito liándola en la discoteca aquella noche que ligaron. Y es que Sergio se siente a gusto en el escenario, y lo transmite al público. Se siente tan a gusto que incluso llega a darle una rampa en el gemelo debido a su swing y tiene que encontrar un fisio en la sala para que le haga unos estiramientos. Se siente tan a gusto que no puede evitar descojonarse encima del escenario después de alguno de sus chistes. Claro que la mítica aparición de Arturo al más puro estilo muñeco del messenger es para partirse de risa.
Por lo demás, temas más o menos típicos de muchos monólogos. Incluso en algunos sabes cual va a ser el chiste, pero ¿qué más da? ¡Te ríes igual! Sí, se recurre al sexo, pero sin el típico "pipi, caca, culo, pedo, pis", sino incluso con consejos que no desvelaré, o con propuestas deshonestas y pervertidas por parte del señor del criterio, como ese "Evento Bukake". Y también uno de los registros más típicos de estos dos artistas, meterse con su público. Desde el paji hasta el tío de las gafas feas, si tienes que recibir, vas a recibir. Total, eso es un juego de niños comparado con lo que sucede contigo el día que te animas a llamar al programa. Ni te dejan hablar, ni se dejan de faltar. Y todo ello generando un buen ambiente en todo momento, interactuando con las personas y despidiendo el espectáculo a ritmo de uno de los mayores clásicos musicales de la historia de nuestro país: "Vivir así es morir de amor".
Y muy destacable también la atención a los fans después del espectáculo. Incluso una anécdota que habla muy bien del trabajo de estos dos talentos y del cariño de su público. Cuando esperaba para hacerme una foto con ellos, se acercó uno de sus fans y le regaló una camiseta de Star Wars a Arturo. Ese tipo de detalles solo le suceden a los grandes. Y Arturo no lo es solo de la comedia, sino que a nivel cultural es una persona de la que se puede aprender mucho, es una auténtica enciclopedia con patas, y yo os recomiendo sus podcast "Todopoderosos" (@TPoderosos), donde podéis encontraros con cerca de dos horas de cultura cinematográfica con un buen puñado de risas. Pero dejando de lado esa faceta humana, está la sentimental. Y como he dicho antes, sus principales fans somos los que, por un motivo u otro, elegimos la radio por la noche para acompañarnos cuando no podemos dormir o cuando estamos trabajando, y nadie mejor que nosotros para valorar lo importantes que pueden llegar a ser estas personas en nuestras vidas.
Ah, y la puntualización personal: hacía a Arturo más alto y al Monaguillo más bajito, y menuda sorpresa al ver que Sergio está fuertecito. Vamos, que está goloso el amigo.
Nota: 10/10. Es cierto que no puedo ser imparcial a la hora de puntuar a estos dos genios de la comedia, pero esta nota es total y absolutamente sincera. Posiblemente el mejor monólogo que he visto en mi vida, y he visto a muy buenos monologuistas como David Guapo o Miguel Lago, pero este dúo les supera. La puesta en escena es genial y las risas más que aseguradas, incluso se puede decir que son mucho mejores de lo que esperaba. Porque hasta los parones de El Monaguillo al reírse de su propio chiste son más que graciosos. Y el Teatro Serrano de Gandía, espectacular. Moderno, cómodo y acogedor. Un escenario sobresaliente.
sábado, 14 de febrero de 2015
Cine: The Interview (2014)
En la semana de "50 sombras de Grey" y de "La Isla Mínima", cada uno por distintos motivos, he tenido la gran suerte de no ir finalmente solo al cine y poder ver "The Interview", esa película de la que tanto se habló en las noticias porque la habían censurado en no sé cuantas salas y de la que nada más se supo después de su estreno en Estados Unidos.
Después de ver "Juerga hasta el fin" y de declararme abiertamente incapaz de definir esa película, el dúo Rogen-Franco me generaba auténtico pavor. No sé si la apocalíptica comedia es una película mala, malísima, normal, de humor brillante no apto para todos los públicos o si directamente es para verla yendo fumado. Incluso soy de los que piensa que algunas películas del dúo como "Superfumados" están muy sobrevaloradas. Pero después de ver "The Interview" os puedo decir que nos encontramos ante, posiblemente, la mejor comedia de los últimos años, y que tanto Seth Rogen como James Franco se han marcado su mejor película juntos. Simplemente brutal.
Pongámonos en situación: Dave Skylark (James Franco) es un Buenafuente de la vida de los que tanto abundan en los Estados Unidos. Su programa es líder de audiencia ya que tiene el don de conseguir tocar la fibra sensible de sus invitados y con ello sacarles sus confesiones más íntimas. De hecho, en la primera escena Eminem confiesa que es gay de forma prácticamente inconsciente. Pero para gran parte de la crítica especializada su programa es pura basura, y eso afecta a su realizador y mejor amigo Aaron (Seth Rogen), hasta el punto en que se replantea si la fórmula que utilizan es la más adecuada. Es en ese momento cuando Dave descubre en internet que el líder norcoreano Kim Jong-un (Randall Park) es su fan incondicional. Y lo único que se le ocurre es entrevistarle, para demostrar al mundo que no es un fracasado. El problema llega cuando la CIA se mete por medio y encarga a nuestros dos protagonistas una misión: asesinar al dictador.
En una película que bebe directamente de otros clásicos del cine de humor como "Dos tontos muy tontos" y con unas escenas finales que podrían ser asociadas a Quentin Tarantino, si algo os puedo asegurar es que os vais a reír. Pero no reírse en momentos puntuales, no, esta película provoca partidas de culo constantes. Las risas inundan la sala prácticamente desde la primera escena, y conforme evoluciona el film van aumentando hasta un punto en el que crees que es imposible reír más. Pero lo mejor de todo es que lo consiguen. No esperes humor inteligente, porque el humor es, por momentos, de lo más absurdo que puedas sacar. ¿Predecible? Sí. ¿Efectivo? También. Y escatología vas a tener toda la del mundo y más allá.
Si por algo se hizo famosa esta película es por todo lo "extra cinematográfico" que conllevó su estreno, y la verdad es que toda la crítica que se hizo es cierta. Y la polémica está más que justificada. Porque las faltadas son constantes, es una película políticamente incorrecta, y nunca mejor dicho. Claro que la situación de Corea del Norte tampoco es que sea la mejor a nivel político. Pero vamos, si yo fuese norcoreano no dudaría en mandar unos hombres de negro a hacer una visita tanto a James como a Seth. Pero como soy español, me dedico a disfrutarla y a reírme mientras veo como Kim Jong-un se emociona al escuchar "Firework" de Katy Perry en el tanque que Stalin regaló a su abuelo, o como se indigna al recordar que su padre decía que el Margarita es una bebida de maricas.
Y lo de James Franco es para quitarse el sombrero. Este chico es un pedazo de actor como la copa de un pino. Igual te vale para un roto como para un descosido, dale cualquier papel a este chaval y lo bordará. ¿Drama? Drama. ¿Comedia? Comedia. Su actuación en esta película es simplemente sublime. Cuando no puedes evitar decir en medio de la sala: "este chaval es gilipollas" es que está bordando su papel. Y creedme que lo borda. Y Seth Rogen en la línea de siempre. Me deja un poco frío, pero en el fondo mola. Además su parecido físico con mi amigo Carlo Amaro hace que le coja más cariño.
Mi recomendación es que la veáis en el cine. Esta película vale todos y cada uno de los euros que paguéis por ella. Hay películas que las ves y te gustan. Hay otras que te dejan frío. Ésta será mejor o peor, eso ya va a gusto de cada uno, pero es una película que se disfruta. Y sales de la sala con un buen rollo increíble y con la sensación de haber invertido bien tu dinero. El problema es que pasará injustamente desapercibida, y más con el ciclón Grey (más de 30 metros de cola en el CC El Saler).
Nota: 9/10. Nota basada exclusivamente en comedia. Como película no pasará a la historia, pero a nivel cómico es lo mejor que he visto en años, y he visto bastantes y bastante buenas. Totalmente recomendable. Y por supuesto, caerá en Bluray.
Después de ver "Juerga hasta el fin" y de declararme abiertamente incapaz de definir esa película, el dúo Rogen-Franco me generaba auténtico pavor. No sé si la apocalíptica comedia es una película mala, malísima, normal, de humor brillante no apto para todos los públicos o si directamente es para verla yendo fumado. Incluso soy de los que piensa que algunas películas del dúo como "Superfumados" están muy sobrevaloradas. Pero después de ver "The Interview" os puedo decir que nos encontramos ante, posiblemente, la mejor comedia de los últimos años, y que tanto Seth Rogen como James Franco se han marcado su mejor película juntos. Simplemente brutal.
Pongámonos en situación: Dave Skylark (James Franco) es un Buenafuente de la vida de los que tanto abundan en los Estados Unidos. Su programa es líder de audiencia ya que tiene el don de conseguir tocar la fibra sensible de sus invitados y con ello sacarles sus confesiones más íntimas. De hecho, en la primera escena Eminem confiesa que es gay de forma prácticamente inconsciente. Pero para gran parte de la crítica especializada su programa es pura basura, y eso afecta a su realizador y mejor amigo Aaron (Seth Rogen), hasta el punto en que se replantea si la fórmula que utilizan es la más adecuada. Es en ese momento cuando Dave descubre en internet que el líder norcoreano Kim Jong-un (Randall Park) es su fan incondicional. Y lo único que se le ocurre es entrevistarle, para demostrar al mundo que no es un fracasado. El problema llega cuando la CIA se mete por medio y encarga a nuestros dos protagonistas una misión: asesinar al dictador.
En una película que bebe directamente de otros clásicos del cine de humor como "Dos tontos muy tontos" y con unas escenas finales que podrían ser asociadas a Quentin Tarantino, si algo os puedo asegurar es que os vais a reír. Pero no reírse en momentos puntuales, no, esta película provoca partidas de culo constantes. Las risas inundan la sala prácticamente desde la primera escena, y conforme evoluciona el film van aumentando hasta un punto en el que crees que es imposible reír más. Pero lo mejor de todo es que lo consiguen. No esperes humor inteligente, porque el humor es, por momentos, de lo más absurdo que puedas sacar. ¿Predecible? Sí. ¿Efectivo? También. Y escatología vas a tener toda la del mundo y más allá.
Si por algo se hizo famosa esta película es por todo lo "extra cinematográfico" que conllevó su estreno, y la verdad es que toda la crítica que se hizo es cierta. Y la polémica está más que justificada. Porque las faltadas son constantes, es una película políticamente incorrecta, y nunca mejor dicho. Claro que la situación de Corea del Norte tampoco es que sea la mejor a nivel político. Pero vamos, si yo fuese norcoreano no dudaría en mandar unos hombres de negro a hacer una visita tanto a James como a Seth. Pero como soy español, me dedico a disfrutarla y a reírme mientras veo como Kim Jong-un se emociona al escuchar "Firework" de Katy Perry en el tanque que Stalin regaló a su abuelo, o como se indigna al recordar que su padre decía que el Margarita es una bebida de maricas.
Y lo de James Franco es para quitarse el sombrero. Este chico es un pedazo de actor como la copa de un pino. Igual te vale para un roto como para un descosido, dale cualquier papel a este chaval y lo bordará. ¿Drama? Drama. ¿Comedia? Comedia. Su actuación en esta película es simplemente sublime. Cuando no puedes evitar decir en medio de la sala: "este chaval es gilipollas" es que está bordando su papel. Y creedme que lo borda. Y Seth Rogen en la línea de siempre. Me deja un poco frío, pero en el fondo mola. Además su parecido físico con mi amigo Carlo Amaro hace que le coja más cariño.
Mi recomendación es que la veáis en el cine. Esta película vale todos y cada uno de los euros que paguéis por ella. Hay películas que las ves y te gustan. Hay otras que te dejan frío. Ésta será mejor o peor, eso ya va a gusto de cada uno, pero es una película que se disfruta. Y sales de la sala con un buen rollo increíble y con la sensación de haber invertido bien tu dinero. El problema es que pasará injustamente desapercibida, y más con el ciclón Grey (más de 30 metros de cola en el CC El Saler).
Nota: 9/10. Nota basada exclusivamente en comedia. Como película no pasará a la historia, pero a nivel cómico es lo mejor que he visto en años, y he visto bastantes y bastante buenas. Totalmente recomendable. Y por supuesto, caerá en Bluray.
domingo, 8 de febrero de 2015
Ganar, ganar y ganar. No vale otra. Espanyol - Valencia.
Hoy solo vale ganar. Cualquier otro resultado que se dé en torno a las 20:45 de esta tarde que no sea una victoria valencianista será un fracaso. Y da igual las excusas, dará igual que no te piten tres penaltis a favor, que te expulsen a dos jugadores o que tires cuatro veces al poste. Victoria es la única palabra positiva que debe salir de ese estadio.
Y es que el tren de la Champions puede escaparse. Sí, es cierto que quedarán 16 partidos una vez se juegue el de esta tarde, y que la cantidad de puntos por disputar es bestial, y que quizá todo este runrún negativo que se está notando en el entorno valencianí sea hasta exagerado, pero es que tus rivales no fallan nunca, solo cuando hay enfrentamientos directos entre ellos, y tú has fallado demasiado cuando no debías hacerlo.
Porque la liga de este año es así, en la vida se ha visto que un equipo con 41 puntos en la jornada 21 vaya quinto, pero es la liga que ha tocado. Muy reñida entre los de arriba porque los equipos de abajo no le arañan puntos a nadie. Bueno, sí, a nosotros. Podemos llegar a la situación inédita de que un equipo con 70 puntos sea quinto o sexto, cuando con esa puntuación siempre se ha sido mínimo tercero. Y como es lo que toca vivir este año, hay que adaptarse a ello, porque si no te adaptas, mueres. Y si mueres, el año que viene no juegas la Champions. Y será un fracaso.
Incluso la afición necesita ese empujón moral. El equipo está haciendo una temporada increíble en casa, 9 victorias de 11 partidos, con un empate y una derrota en la última jornada contra el Barcelona. Pero cuando juegas más allá de Blasco Ibáñez, el lobo que no deja ni una presa viva en su casa se convierte en un lindo corderito que se deja acariciar por un cazador que se lo va a comer. También es cierto que esta afición se pasa de histérica en cuanto se da algún mal resultado y opta por quemar todo en lugar de reflexionar e intentar analizar la situación. Que no hay que olvidar que este equipo es de los más jóvenes de Europa y que lleva solo media temporada junto.
Nuno también necesita esta victoria. Quizá sea él quien más la necesite. Las críticas esta semana han un tanto exageradas, aunque lógicas. Ya critiqué el planteamiento de las últimas jornadas días atrás, y volveré a criticarlo si el equipo vuelve a jugar con los cuatro mediocentros y renuncia a las bandas. Además de que si vuelve a jugar así, lo de echar de menos a Feghouli (ya veremos si consigue volver de esta Copa de África y no hace como en la anterior) y a Piatti quedará como una excusa. Por cierto, el Cholo es el Cholo y Nuno es Nuno, al igual que el Atleti es el Atleti y el Valencia es el Valencia. No se puede comparar ni por proyecto (casi cuatro años el colchonero contra apenas medio año del valencianista), ni por tolerancia de los factores externos. Que así como pitar al Valencia es muy fácil en su lado negativo, pitar al Atlético es muy fácil en el positivo.
Mi Once titular sería el siguiente:
Ante la ausencia de Nicolás Otamendi y las pocas garantías que ha ofrecido como central Lucas Orban cuando el equipo ha jugado con defensa de cuatro, el 1-3-5-2 volvería a ser mi sistema elegido (de hecho es mi preferido tal y como está confeccionada la plantilla del Valencia esta temporada). Este sistema reforzaría la línea defensiva y dejaría la posibilidad de volver al juego por bandas con un Gayá que está en estado de gracia y que tendría más libertad para sumarse al ataque.
En el centro del campo sentaría a André Gomes de inicio. El equipo necesita más oficio que magia en un partido como el de hoy, y el rendimiento del luso baja enormemente cuando el equipo juega lejos de Mestalla. Eliminaría la absurda línea de cuatro que no está funcionando y volvería a dar la titularidad a Feghouli, que debe estar en forma para el partido de hoy después de su paso por el campeonato africano.
La línea de ataque es la que más dudas me genera. Así como tengo clara la titularidad de Rodrigo Moreno, que poco a poco vuelve a ser el jugador que se espera, optaría por Negredo por delante de Paco Alcácer para aprovechar el juego por bandas que ofrece este sistema. Claro que, en un supuesto juego de contraataque, el de Torrent puede ser mucha mejor opción que el de Vallecas, a pesar que éste último ofrece muchas más alternativas (y más efectivas) al juego de ataque de los chicos de Nuno.
Veremos qué nos depara el partido de esta tarde. Espero que el equipo vuelva a dar la cara ante un rival siempre difícil que cuenta en sus filas con una de esas bestias negras históricas del Valencia, Sergio García. Mi confianza de cara al encuentro de esta tarde viene más de mi corazón que de mi cabeza, que es bastante pesimista al respecto. Pero la única cosa clara es que el partido de esta tarde solo tiene un resultado posible: la victoria.
Etiquetas:
alcacer,
Andre Gomes,
espanyol,
fútbol,
gayá,
liga BBVA,
liga española,
lucas orban,
Negredo,
nunismo,
Nuno,
otamendi,
paco alcacer,
rodrigo moreno,
sergio garcía,
Valencia CF
jueves, 5 de febrero de 2015
De comida por Valencia: Sportime
Quien me conoce sabe lo mucho que me gustan los Estados Unidos. Y una de las cosas más típicas de los Estados Unidos son los Sportsbars, locales donde puedes cenar o tomarte tu cerveza rodeado de televisiones donde puedes ver una cantidad enormes de eventos deportivos, generalmente en directo. Los pocos intentos que hubo en Valencia fracasaron: tanto el que abrió en la calle Doctor Moliner como el que se abrió en Heron City Paterna fracasaron hace más de diez años. Sportime parece que ha acabado con esta tendencia.
Ubicado en el número 138 de Blasco Ibañez, junto a Radio Nou, mi primer contacto con Sportime se produjo en 2012 y fue negativo. La intención era ver el partido de la primera fase de la Eurocopa entre España e Italia en este local, pero al llegar a la puerta nos comentaron que había que pagar una entrada de 10 euros por persona, y se descontarían de la cuenta. Esa política, que puede tener sentido en un partido que se juegue por la noche, es totalmente incomprensible a las 6 de la tarde. Es por eso que declinamos la opción de ver el fútbol en este restaurante y cambiamos a un bar del barrio.
Pero este lunes no hubo escapatoria. El no recordar esta política hizo que unos amigos acudiesen allí a ver el partido y ya no hubiese escapatoria, puesto que llegué tarde. Y la verdad es que el restaurante me convenció. De estilo que recuerda más a un club nocturno que a un restaurante, nos encontramos ante un local totalmente tematizado a nivel deportivo y que te sorprende en cada una de sus esquinas. Es un local de visita imprescindible para cualquier amante del deporte, que encontrará mil y un productos relacionados con distintas disciplinas, desde las evidentes camisetas del Valencia o del Levante hasta el morro de un Ferrari de Formula 1, pasando por dos paredes en las que encontramos docenas de jugadores de futbolin pintados cada uno con el equipaje de un equipo distinto.
Claro que cuando hablamos de un Sportsbar entramos en un dilema: ¿damos más importancia a la forma de ver los eventos deportivos o a la comida? Pues como se trata de un local diferente, respetaremos el orden planteado. Me encanta que haya un restaurante de este estilo en Valencia, ¡¡¡por fin podemos ver el partido de nuestro equipo con total comodidad desde cualquier parte de un local!!! ¿Que el tío de delante es demasiado alto y te tapa? No hay problema, porque tienes una pantalla a tu derecha o a tu izquierda. Incluso tienes varias pantallas gigantes en las que poder ver el partido. Vamos, que la única excusa que tienes para no enterarte es que tu equipo juegue mal y se te quiten las ganas de verlo. Es decir, lo que pasó el lunes en el partido del Valencia contra el Málaga. Sí que es cierto que las pantallas gigantes son divididas, es decir, 4 pantallas juntas en las que se muestra el evento, y se me hizo algo incómodo de visualizar, pero al haber más pantallas en el local, el problema real era decidir en cuál lo veía. Bendito problema, por supuesto.
Pero como no solo de ver los partidos vive el hombre, sino que tiene la necesidad biológica de alimentarse, toca hablar también de la comida.
La verdad es que no iba con un hambre especial, de hecho no era mi intención cenar. Pero claro, el hecho de pagar 10 euros por tener que entrar en el local en cierto modo te obliga a ello. Así que opté por una opción ligera: agua y ensalada. No siendo yo una persona muy aficionada a las ensaladas, la verdad es que salí más que satisfecho. La elegida fue la "Ensalada Waldorf", basada, según la carta, en la ensalada estrella del mítico Waldorf Astoria. Estaba compuesta por lechuga, manzana, tomate, salsa de yogurt, mayonesa y nueces. Unas nueces que brillaron por su ausencia cuando me trajeron la ensalada, pero que al reclamarlas a los camareros, llegaron en forma de unas exquisitas nueces caramelizadas que le daban un toque sensacional a la ensalada. El único pero que le puedo poner a la misma es el exceso de lechuga y la escasa cantidad de otros ingredientes, lo que la hizo bastante monótona en el momento en el que me acabé las nueces y la manzana. De hecho no llegué a terminarla.
Como me parecía injusto el hecho de pagar esos 10 euros por adelantado y la suma de lo que había pedido estaba en torno a 8 euros, también pedí unos fingers de pollo para compartir. Con un rebozado en el que también se incluía cacahuete, los fingers estaban buenos, pero me quedé con la sensación de que los he probado mejores. Incluso la cantidad era un poco escasa: apenas 6 piezas, aunque su tamaño era más grande que el habitual.
Y como no puedo evitar fijarme en lo que comen los demás, comentar también que las hamburguesas y bocadillos que pidieron mis acompañantes tenían una pinta y tamaño extraordinarios, además de estar acompañados por una ración justa de patatas fritas.
La conclusión es bastante positiva, aunque hay algunos contras en los que trabajaría. El primero es el hecho de tener que pagar por ver un evento, impide que vayas allí simplemente a beber tu cerveza viendo a tu equipo. Puedo entender a la gerencia del local, su objetivo es rentabilizar el espacio, y ocupar una mesa consumiendo 4 o 6 bebidas no es negocio. El punto justo sería habilitar la zona de la barra para quien solo vaya a beber o picar algo.
El segundo contra que veo reside en el tamaño de las bebidas. Los refrescos eran de botellín, además del de 20 cl., una cantidad que hoy en día es ridícula. Ya no concibo un restaurante de este estilo sin refill. Si hasta el Burger King lo hace, un establecimiento como este debería hacerlo también. O al menos ofrecer los botellines de 33 cl., pero 20 cl. es casi vergonzoso. Dos tragos. Y ojo, que no son precisamente baratos.
Como podéis ver en la carta, la oferta de productos es bastante amplia, y el precio es bastante justo, no estamos hablando de un restaurante caro (proporcionalmente lo más caro es la bebida, cosa incomprensible). Entre 4 personas acabamos pagando algo más de 42 euros, un precio muy competitivo si lo comparamos con otros restaurantes que podrían considerarse competencia, como Foster's Hollywood, Tony Roma's o Ribs.
El trato del personal fue muy atento y agradable, aunque ese recibimiento un tanto en plan "poli malote" que recibí a la entrada por parte de uno de los camareros hizo que quedase un poco insatisfecho. Eso sí, como comentado antes, la atención cuando vi que mi ensalada con nueces no llevaba nueces fue profesional, con disculpa y solución inmediata.
Nota: 7/10. Local ideal para ir a cenar un día que no haya partido y puedas entrar libremente. La idea de pagar 10 euros por adelantado y que no te devuelvan la diferencia si no llegas a consumir tal cantidad me hace que lo descarte como opción para ir a ver un evento deportivo una tarde cualquiera. La comida es buena y el local me encanta, con más apariencia de pub que de restaurante. Recomendable aunque mejorable.
Ubicado en el número 138 de Blasco Ibañez, junto a Radio Nou, mi primer contacto con Sportime se produjo en 2012 y fue negativo. La intención era ver el partido de la primera fase de la Eurocopa entre España e Italia en este local, pero al llegar a la puerta nos comentaron que había que pagar una entrada de 10 euros por persona, y se descontarían de la cuenta. Esa política, que puede tener sentido en un partido que se juegue por la noche, es totalmente incomprensible a las 6 de la tarde. Es por eso que declinamos la opción de ver el fútbol en este restaurante y cambiamos a un bar del barrio.
Pero este lunes no hubo escapatoria. El no recordar esta política hizo que unos amigos acudiesen allí a ver el partido y ya no hubiese escapatoria, puesto que llegué tarde. Y la verdad es que el restaurante me convenció. De estilo que recuerda más a un club nocturno que a un restaurante, nos encontramos ante un local totalmente tematizado a nivel deportivo y que te sorprende en cada una de sus esquinas. Es un local de visita imprescindible para cualquier amante del deporte, que encontrará mil y un productos relacionados con distintas disciplinas, desde las evidentes camisetas del Valencia o del Levante hasta el morro de un Ferrari de Formula 1, pasando por dos paredes en las que encontramos docenas de jugadores de futbolin pintados cada uno con el equipaje de un equipo distinto.
Claro que cuando hablamos de un Sportsbar entramos en un dilema: ¿damos más importancia a la forma de ver los eventos deportivos o a la comida? Pues como se trata de un local diferente, respetaremos el orden planteado. Me encanta que haya un restaurante de este estilo en Valencia, ¡¡¡por fin podemos ver el partido de nuestro equipo con total comodidad desde cualquier parte de un local!!! ¿Que el tío de delante es demasiado alto y te tapa? No hay problema, porque tienes una pantalla a tu derecha o a tu izquierda. Incluso tienes varias pantallas gigantes en las que poder ver el partido. Vamos, que la única excusa que tienes para no enterarte es que tu equipo juegue mal y se te quiten las ganas de verlo. Es decir, lo que pasó el lunes en el partido del Valencia contra el Málaga. Sí que es cierto que las pantallas gigantes son divididas, es decir, 4 pantallas juntas en las que se muestra el evento, y se me hizo algo incómodo de visualizar, pero al haber más pantallas en el local, el problema real era decidir en cuál lo veía. Bendito problema, por supuesto.
Pero como no solo de ver los partidos vive el hombre, sino que tiene la necesidad biológica de alimentarse, toca hablar también de la comida.
La verdad es que no iba con un hambre especial, de hecho no era mi intención cenar. Pero claro, el hecho de pagar 10 euros por tener que entrar en el local en cierto modo te obliga a ello. Así que opté por una opción ligera: agua y ensalada. No siendo yo una persona muy aficionada a las ensaladas, la verdad es que salí más que satisfecho. La elegida fue la "Ensalada Waldorf", basada, según la carta, en la ensalada estrella del mítico Waldorf Astoria. Estaba compuesta por lechuga, manzana, tomate, salsa de yogurt, mayonesa y nueces. Unas nueces que brillaron por su ausencia cuando me trajeron la ensalada, pero que al reclamarlas a los camareros, llegaron en forma de unas exquisitas nueces caramelizadas que le daban un toque sensacional a la ensalada. El único pero que le puedo poner a la misma es el exceso de lechuga y la escasa cantidad de otros ingredientes, lo que la hizo bastante monótona en el momento en el que me acabé las nueces y la manzana. De hecho no llegué a terminarla.
Como me parecía injusto el hecho de pagar esos 10 euros por adelantado y la suma de lo que había pedido estaba en torno a 8 euros, también pedí unos fingers de pollo para compartir. Con un rebozado en el que también se incluía cacahuete, los fingers estaban buenos, pero me quedé con la sensación de que los he probado mejores. Incluso la cantidad era un poco escasa: apenas 6 piezas, aunque su tamaño era más grande que el habitual.
Y como no puedo evitar fijarme en lo que comen los demás, comentar también que las hamburguesas y bocadillos que pidieron mis acompañantes tenían una pinta y tamaño extraordinarios, además de estar acompañados por una ración justa de patatas fritas.
La conclusión es bastante positiva, aunque hay algunos contras en los que trabajaría. El primero es el hecho de tener que pagar por ver un evento, impide que vayas allí simplemente a beber tu cerveza viendo a tu equipo. Puedo entender a la gerencia del local, su objetivo es rentabilizar el espacio, y ocupar una mesa consumiendo 4 o 6 bebidas no es negocio. El punto justo sería habilitar la zona de la barra para quien solo vaya a beber o picar algo.
El segundo contra que veo reside en el tamaño de las bebidas. Los refrescos eran de botellín, además del de 20 cl., una cantidad que hoy en día es ridícula. Ya no concibo un restaurante de este estilo sin refill. Si hasta el Burger King lo hace, un establecimiento como este debería hacerlo también. O al menos ofrecer los botellines de 33 cl., pero 20 cl. es casi vergonzoso. Dos tragos. Y ojo, que no son precisamente baratos.
Como podéis ver en la carta, la oferta de productos es bastante amplia, y el precio es bastante justo, no estamos hablando de un restaurante caro (proporcionalmente lo más caro es la bebida, cosa incomprensible). Entre 4 personas acabamos pagando algo más de 42 euros, un precio muy competitivo si lo comparamos con otros restaurantes que podrían considerarse competencia, como Foster's Hollywood, Tony Roma's o Ribs.
El trato del personal fue muy atento y agradable, aunque ese recibimiento un tanto en plan "poli malote" que recibí a la entrada por parte de uno de los camareros hizo que quedase un poco insatisfecho. Eso sí, como comentado antes, la atención cuando vi que mi ensalada con nueces no llevaba nueces fue profesional, con disculpa y solución inmediata.
Nota: 7/10. Local ideal para ir a cenar un día que no haya partido y puedas entrar libremente. La idea de pagar 10 euros por adelantado y que no te devuelvan la diferencia si no llegas a consumir tal cantidad me hace que lo descarte como opción para ir a ver un evento deportivo una tarde cualquiera. La comida es buena y el local me encanta, con más apariencia de pub que de restaurante. Recomendable aunque mejorable.
miércoles, 4 de febrero de 2015
Una banda sin bandas
Me declaro Nunista. Ya hace semanas que lo dije y mi tendencia ha sido más la de defender al portugués que la de atacarle. Pero el partido de Málaga vuelve a dar la razón a sus detractores, y quejarse en rueda de prensa de no tener a Feghouli y Piatti me parece una excusa tirando a lamentable.
He alabado de Nuno su capacidad de acoplarse a distintos sistemas de juego a lo largo de la temporada. Para mi un buen entrenador es el que se ajusta a aquello que tiene, alguien que no muere en unas ideas fijas aunque no funcionen. Es por eso que no creo en entrenadores como Paco Jémez, por poner el ejemplo de uno de los entrenadores de moda del fútbol español, y confiaría la dirección de mi equipo a un Marcelino. Pero Nuno se está equivocando con la elección de los 4 mediocentros como titulares, ya que entre ellos se estorban y no se consigue sacar el máximo provecho a Parejo y especialmente a André Gomes, jugador clave en la buena primera mitad de temporada del Valencia. Además el Valencia ha dejado de jugar por bandas, y la capacidad de realizar contraataques efectivos por parte de este equipo es ridícula.
El inicio espectacular del Valencia fue con un 4-3-3, con Piatti y Rodrigo en bandas de ataque. El argentino jugando en su banda natural, aportando un buen número de asistencias, y el brasileño a pierna cambiada, con mucha más capacidad de disparo, pero negado de cara a gol. También es cierto que Paco Alcácer estaba en racha y balón que tocaba, gol que marcaba. El Valencia podría protagonizar la campaña publicitaria de cualquier compañía telefónica, estaba abonado a la tarifa del 3. Equipo que visitaba Mestalla, equipo que se llevaba tres goles. Incluso fuera de casa el equipo rendía, excepto la derrota en Riazor, el resto de partidos se resolvían de forma más positiva que negativa. De hecho, estadios tradicionalmente nefastos para los che eran asaltados. El ejemplo más significativo es el partido en el Madrigal.
Creo que el problema aparece el día que debuta Negredo. Llega el momento de meter en el once titular a Alcácer, Rodrigo y al vallecano. Y a partir de ahí se empiezan a cambiar dibujos e incluso estilo de juego. He de reconocer que siempre he sido un enamorado del 7, para mi uno de los delanteros más infravalorados del fútbol español. Incluso su juego en el Valencia, a pesar de no ser el que yo creía que iba a ser, es más positivo que negativo, pero condiciona en exceso el estilo del equipo de Nuno. Hemos pasado de un juego más o menos combinativo, con uso de las bandas, a un abuso del pelotazo. El desgaste de Negredo en cada partido es generalmente brutal, y creo que eso tampoco está ayudando en exceso a su lucimiento. De hecho sus cifras goleadoras son lamentables, aunque las sensaciones que transmite su juego son positivas. E incluso ha generado debate. Primero porque se decide sentar a Paco Alcácer, jugador que bajo mi punto de vista, hoy es inferior al 7. Y ya sabemos que hay mucho talibán de la cantera. Alcácer es un rematador puro, no aporta mucho más al juego. Si no llegan balones, su presencia en el terreno de juego es testimonial, a pesar de parecer casado con el gol. Y segundo por su alto precio. 30 millones marcan (chiste fácil: Negredo no) e incrementan el nivel de exigencia y reducen el de paciencia. Incluso ya aparecen los primeros memes irónicos en internet. Y esto siempre es mala señal.
Claro, vista la mala forma de Rodrigo le acabó relevando al banquillo, y que había una corriente de opinión (o de sensatez) que apostaba por una delantera titular formada por Alcácer y Negredo, Nuno se encuentra en el partido de vuelta de Copa del Rey contra el Rayo Vallecano con la posibilidad de plantear un 1-3-5-2. Y en media parte el equipo marca 4 goles, solucionando una eliminatoria que se estaba perdiendo de forma tan lamentable como incomprensible.
Y este 1-3-5-2 funciona también en Eibar. Se consigue una solidez defensiva gracias a los sublimes Otamendi y Mustafi y la inestimable aportación de Lucas Orban. Y es entonces cuando llega Enzo Perez. Y llega el Real Madrid. Y llega la victoria. Y el 1-3-5-2 se convierte en el nuevo sistema preferido del técnico portugués. Hasta que se pierde en Barcelona contra el Espanyol y se vuelve al cambio de sistema.
Porque si Álvaro Negredo condicionó el juego y el sistema del Valencia, Enzo Pérez también lo ha hecho. Un muy buen fichaje de un muy buen jugador se puede convertir en un gran problema para Nuno. Otra vez. Porque para acoplar a Enzo tienes que prescindir de alguno de tus tres jugadores imprescindibles en el centro del campo. Y si no quieres prescindir de alguno de tus tres jugadores imprescindibles en el centro del campo, tienes que limitar tu juego por bandas. En condiciones normales, bajo mi punto de vista, Javi Fuego debería ser el sacrificado. Pero entonces Enzo no juega en su puesto ni puede demostrar todo su potencial. La otra opción es sentar a Parejo en casa y a Gomes fuera, pero Parejo es imprescindible en este equipo (y eso que no está en su mejor temporada a nivel de juego) y está en racha goleadora, y Gomes es la magia, el jugador diferencial. Pero jugando fuera de casa baja mucho su nivel. Por tanto la solución ha sido recurrir al 1-4-4-2, al estilo del Atlético de Madrid, dejando total libertad en banda a Gayá y al lateral derecho de turno. Pero eso conlleva que ni André Gomes ni Parejo jueguen en su posición habitual y bajen su rendimiento. Dudo que alguien utilizase al portugués o al madrileño como extremos o mediapuntas por la izquierda en un posible 1-4-3-3, no entiendo por qué escorarlos a banda en un 1-4-4-2.
Por eso para mi el sistema óptimo para este equipo es el 1-3-5-2, prescindiendo de Javi Fuego en casa y de André Gomes lejos de Mestalla. Defensivamente el equipo ha funcionado con este esquema. Lucas Orban es una muralla en defensa, y todos sabemos del nivel de Otamendi y Mustafi. Al conseguir mayor solidez defensiva, Enzo podría tener algo más de libertad jugando como mediocentro defensivo, y Parejo y André Gomes volverían a su posición natural. Además, las cualidades ofensivas de Gayá y de Cancelo son más que interesantes, siendo jugadores con capacidad de llegar a línea de fondo y poner buenos balones al área que seguramente sean aprovechados por Álvaro Negredo. Un Negredo que podría estar acompañado por Alcácer o Rodrigo Moreno. Y ojo, tienen que volver Piatti y Feghouli, además de contar con un muy buen jugador adaptable a distintas posiciones como es Rodrigo de Paul.
Pero el Valencia debe volver a las bandas, debe volver a buscar esos dos contra uno que tanto daño hicieron a principio de temporada, debe volver a aprovechar las cualidades de algunos de sus jugadores, y así crecer a nivel ofensivo. Hay que dejar de jugar al balonazo para el desgaste de Negredo, porque el 7 debe estar en el área, y no a veinte metros de ella. Ahí aporta juego, pero no aporta peligro. Y no vale la pena gastarse 30 millones de euros en un jugador que no genera peligro. Porque el Valencia tiene equipo para más, solo hay que saber acoplar las piezas del puzzle. Que este puzzle es bueno, no es de esos que venden en los chinos con un personaje de Disney más falso que un Levante campeón de liga. Y ese debe ser el trabajo de Nuno. Porque de eso dependerá entrar en Champions o no.
He alabado de Nuno su capacidad de acoplarse a distintos sistemas de juego a lo largo de la temporada. Para mi un buen entrenador es el que se ajusta a aquello que tiene, alguien que no muere en unas ideas fijas aunque no funcionen. Es por eso que no creo en entrenadores como Paco Jémez, por poner el ejemplo de uno de los entrenadores de moda del fútbol español, y confiaría la dirección de mi equipo a un Marcelino. Pero Nuno se está equivocando con la elección de los 4 mediocentros como titulares, ya que entre ellos se estorban y no se consigue sacar el máximo provecho a Parejo y especialmente a André Gomes, jugador clave en la buena primera mitad de temporada del Valencia. Además el Valencia ha dejado de jugar por bandas, y la capacidad de realizar contraataques efectivos por parte de este equipo es ridícula.
El inicio espectacular del Valencia fue con un 4-3-3, con Piatti y Rodrigo en bandas de ataque. El argentino jugando en su banda natural, aportando un buen número de asistencias, y el brasileño a pierna cambiada, con mucha más capacidad de disparo, pero negado de cara a gol. También es cierto que Paco Alcácer estaba en racha y balón que tocaba, gol que marcaba. El Valencia podría protagonizar la campaña publicitaria de cualquier compañía telefónica, estaba abonado a la tarifa del 3. Equipo que visitaba Mestalla, equipo que se llevaba tres goles. Incluso fuera de casa el equipo rendía, excepto la derrota en Riazor, el resto de partidos se resolvían de forma más positiva que negativa. De hecho, estadios tradicionalmente nefastos para los che eran asaltados. El ejemplo más significativo es el partido en el Madrigal.
Creo que el problema aparece el día que debuta Negredo. Llega el momento de meter en el once titular a Alcácer, Rodrigo y al vallecano. Y a partir de ahí se empiezan a cambiar dibujos e incluso estilo de juego. He de reconocer que siempre he sido un enamorado del 7, para mi uno de los delanteros más infravalorados del fútbol español. Incluso su juego en el Valencia, a pesar de no ser el que yo creía que iba a ser, es más positivo que negativo, pero condiciona en exceso el estilo del equipo de Nuno. Hemos pasado de un juego más o menos combinativo, con uso de las bandas, a un abuso del pelotazo. El desgaste de Negredo en cada partido es generalmente brutal, y creo que eso tampoco está ayudando en exceso a su lucimiento. De hecho sus cifras goleadoras son lamentables, aunque las sensaciones que transmite su juego son positivas. E incluso ha generado debate. Primero porque se decide sentar a Paco Alcácer, jugador que bajo mi punto de vista, hoy es inferior al 7. Y ya sabemos que hay mucho talibán de la cantera. Alcácer es un rematador puro, no aporta mucho más al juego. Si no llegan balones, su presencia en el terreno de juego es testimonial, a pesar de parecer casado con el gol. Y segundo por su alto precio. 30 millones marcan (chiste fácil: Negredo no) e incrementan el nivel de exigencia y reducen el de paciencia. Incluso ya aparecen los primeros memes irónicos en internet. Y esto siempre es mala señal.
Claro, vista la mala forma de Rodrigo le acabó relevando al banquillo, y que había una corriente de opinión (o de sensatez) que apostaba por una delantera titular formada por Alcácer y Negredo, Nuno se encuentra en el partido de vuelta de Copa del Rey contra el Rayo Vallecano con la posibilidad de plantear un 1-3-5-2. Y en media parte el equipo marca 4 goles, solucionando una eliminatoria que se estaba perdiendo de forma tan lamentable como incomprensible.
Y este 1-3-5-2 funciona también en Eibar. Se consigue una solidez defensiva gracias a los sublimes Otamendi y Mustafi y la inestimable aportación de Lucas Orban. Y es entonces cuando llega Enzo Perez. Y llega el Real Madrid. Y llega la victoria. Y el 1-3-5-2 se convierte en el nuevo sistema preferido del técnico portugués. Hasta que se pierde en Barcelona contra el Espanyol y se vuelve al cambio de sistema.
Por eso para mi el sistema óptimo para este equipo es el 1-3-5-2, prescindiendo de Javi Fuego en casa y de André Gomes lejos de Mestalla. Defensivamente el equipo ha funcionado con este esquema. Lucas Orban es una muralla en defensa, y todos sabemos del nivel de Otamendi y Mustafi. Al conseguir mayor solidez defensiva, Enzo podría tener algo más de libertad jugando como mediocentro defensivo, y Parejo y André Gomes volverían a su posición natural. Además, las cualidades ofensivas de Gayá y de Cancelo son más que interesantes, siendo jugadores con capacidad de llegar a línea de fondo y poner buenos balones al área que seguramente sean aprovechados por Álvaro Negredo. Un Negredo que podría estar acompañado por Alcácer o Rodrigo Moreno. Y ojo, tienen que volver Piatti y Feghouli, además de contar con un muy buen jugador adaptable a distintas posiciones como es Rodrigo de Paul.
Pero el Valencia debe volver a las bandas, debe volver a buscar esos dos contra uno que tanto daño hicieron a principio de temporada, debe volver a aprovechar las cualidades de algunos de sus jugadores, y así crecer a nivel ofensivo. Hay que dejar de jugar al balonazo para el desgaste de Negredo, porque el 7 debe estar en el área, y no a veinte metros de ella. Ahí aporta juego, pero no aporta peligro. Y no vale la pena gastarse 30 millones de euros en un jugador que no genera peligro. Porque el Valencia tiene equipo para más, solo hay que saber acoplar las piezas del puzzle. Que este puzzle es bueno, no es de esos que venden en los chinos con un personaje de Disney más falso que un Levante campeón de liga. Y ese debe ser el trabajo de Nuno. Porque de eso dependerá entrar en Champions o no.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)