Domingo de resaca. Tú única preocupación es bajar a la piscina, echarte en tu hamaca y dejar que pasen las horas y desaparezca el cansancio de una noche genial. Es una noche perfecta, la luna está preciosa, no puedes evitar fotografiarla y compartir la imagen con todo el mundo a través de las redes sociales. No es postureo, me importa una mierda que la gente vea que estoy en mi piscina pasando las horas, simplemente quiero compartir un momento (casi) perfecto con cualquier persona que esté en cualquier parte del mundo. Piensas en lo tremendamente feliz que eres en este momento, en que todo te va bien. Quizá no es todo perfecto, pero cambiarías este estado de ánimo por cualquiera que has podido vivir en muchos meses no tan lejanos. Piensas y llegas a la conclusión de que estás en uno de los mejores momentos de tu vida. Has empezado en un nuevo proyecto profesional que te tiene totalmente satisfecho, la web que creaste desde la nada funciona a las mil maravillas, te has desarrollado mucho como persona en los últimos meses y tus círculos han crecido a un ritmo que supera tus expectativas. ¿Qué más puedes pedir?
Es en ese momento cuando decides subir a casa, cortando todo el rollo que tienes estando solo en la piscina para volver a compartir pensamientos con personas alrededor de todo el mundo. Han pasado muchos meses desde mi último artículo en este blog.
Y cuando subes, te llevas la hostia. Las noticias están puestas de fondo y lo primero que escuchas es acerca de la crisis migratoria que está sufriendo Europa en las últimas semanas. Tú en la piscina y gente jugándose la vida para poder tener una vida digna. Tú discutiendo sobre los fichajes de tu equipo y gente dejando a su familia para poder tener un futuro.
Esa es la puta realidad. Y quizá pienses que estoy siendo un jodido demagogo hablando de esto desde mi apartamento en la playa, y que qué hago yo al respecto para cambiar todo esto. Y tienes razón, porque no hago nada. Siempre esperamos que lo hagan los demás, los de arriba, que para eso cobran. Y no hacemos nada al respecto.
Realmente nuestra capacidad de cambiar el mundo es ridícula. ¿Seguro? No. Tenemos en nuestras manos cambiar el mundo. Pero podemos cambiarlo de forma efectiva, no compartiendo imágenes con mensaje en el Facebook, que quedan muy chulas y dicen de ti que eres una persona súper comprometida con todo lo que te rodea, pero a la hora de la verdad, en muchos casos, no eres más que un egoísta al que le importa una mierda aplicar en tu día a día todo eso que tanto compartes y tan bien queda en tu muro. Tenemos la posibilidad de cambiar las cosas, siempre. "Think global, act local", o lo que es lo mismo "Piensa en global, actúa en local".
Porque cambiar el mundo es muy sencillo. No te voy a decir que ayudes a cruzar la calle a las abuelitas, cosa que también puedes hacer, por supuesto. Voy más allá. Crea. Eres total y absolutamente capaz de crear. ¿Qué puedes crear? Yo no lo sé, no te conozco, pero seguro que eres bueno en algo. A lo mejor tu creación simplemente pasa por generar una sonrisa a la persona que tienes delante, por hablar con alguien que está pasando por un mal momento, por abrazar a una persona que está sufriendo. Eso también es creación. Mira si te pongo ejemplos sencillos.
Te voy a hablar a ti, que sabes perfectamente quien eres. Yo estaba como tú no hace mucho, mi vida se hundió, se fue a la mierda. Todo lo que tenía se esfumó de la noche a la mañana. Donde todo había sido luz, solo había oscuridad, y no se veía nada al final del túnel. De hecho, no sé ni siquiera si había túnel. Pero salí, me encontré a mi mismo, me desarrollé, me dí cuenta de que mi felicidad estaba en mi interior, que solo iba a poder sonreír si todos los días me iba a la cama con la sensación de ser mejor que el día anterior. Y así fue, salí adelante. Y hoy puedo decir que estoy en uno de los mejores momentos de mi vida.
Y disfruto de uno de los mejores momentos de mi vida desde la piscina de mi apartamento, tumbado en mi hamaca mientras miles de personas quizá mueran intentando conseguir un futuro mejor. Qué suerte tenemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario