domingo, 25 de enero de 2015

España necesita un Batman

Una de las películas más incomprensiblemente desconocidas por la gran mayoría del público es "El Caballero Oscuro", la segunda parte de la trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan y que tanto éxito de crítica ha tenido a nivel internacional, aunque en este país son más bien pocos los que conocen estos films.


Cuando preguntas a mucha gente si ha visto éstas películas, suele haber una respuesta habitual: "no, a mi no me gusta Batman", acompañada de una cara de cierta sorpresa en modo "tío, Batman es de frikis". Supongo que la gran mayoría de personas tienen el recuerdo de esa serie de Batman que echaban en la tele hace cerca de veinte años y que era garrula a más no poder. Incluso el Batman de principio de los 90 sigue teniendo un toque peculiar, con aquellos personajes de Danny De Vito, Jim Carrey o Arnold Schwarzenegger, y quizá es posible que sea de difícil aceptación por el público general.

Pero el Batman de Nolan es totalmente distinto a todo lo que el público general tiene en mente. Bruce Wayne es un tío millonario, guapo, atractivo, sofisticado y que, como muchos españoles, está indignado. El personaje interpretado en esta ocasión por Christian Bale no lucha contra frikis pirados (bueno, podríamos meter al Joker en ese grupo). Esta vez Batman lucha contra la corrupción y un sistema podrido. Es cierto que él tiene un motivo personal para llevar a cabo esta lucha, sus padres fueron asesinados al ser atracados a la salida del teatro. Y, ¿por qué fueron asesinados? Porque una ciudad corrupta, con la gran mayoría de sus ciudadanos viviendo en el umbral de la pobreza, tiene hambre.

Hace unas tres semanas volví a ver "Batman Begins", y la primera idea que me vino a la mente fue: "Joder, si esto es España!!!". Pobreza, miseria y delincuencia. Y los corruptos en la calle, viviendo su vida de lujo ajenos a cualquier tipo de realidad. Total, ellos tienen sus espaldas cubiertas. Hay una escena que refleja perfectamente lo que sucede en nuestro país. Un Bruce joven va al local donde se reúne la mafia, le cogen dos de los gorilas del gran capo y éste se lo explica: "ahí tienes un fiscal, un policía, un juez... podría meterte una bala en la cabeza ahora mismo y no pasaría nada". Es en ese momento cuando Bruce se indigna de verdad y desaparece, para volver años después dispuesto a acabar con la corrupción.

En su "formación" para cambiar el sistema, conoce a Ra's Al Ghul, quien le introduce en La Liga de las Sombras. Y no puedo evitar pensar en Pablo Iglesias y Podemos. Porque la metáfora es totalmente válida. La Liga de las Sombras es un grupo que quiere cambiar el sistema de forma radical. Influenciados por un líder sólido, con gran capacidad de palabra y convicción, la idea de La Liga de las Sombras es destruir Gotham, que sirva de referente para el resto de la sociedad y desde ahí cambiar el sistema. Evidentemente, ni Pablo Iglesias ni Podemos pretender prender fuego al país, pero algunas de las ideas que lanzan, o que han calado en el gran público pueden tener una cierta similitud. Además en algunas escenas de la película vemos a personajes desquiciados que podrían interpretarse como indignados, con sus evidentes diferencias.

Una parte de mi quiere que gane Pablo Iglesias, a este país le hace falta un cambio radical y empezar de cero. Incluso estoy de acuerdo con apretar las tuercas a Alemania, que debería recordar que después de la Segunda Guerra Mundial se le condonó deuda y eso ayudó al país a salir adelante. No creo que en este momento tengan ningún tipo de autoridad moral para dictar las políticas que tienen que llevar a cabo otros países y, ni mucho menos, lanzar las amenazas que están lanzando sobre Grecia y sus elecciones de hoy. Pero Podemos me da miedo.

Tengo miedo de Podemos porque creo que es la gran oportunidad para más de uno de pillar cacho. Partido nuevo (o agrupación de electores o lo que narices sea, porque ya no sé qué es Podemos) y con gran aceptación popular y un país lleno de pícaros y espabilados es una combinación explosiva. Dentro de su política de extrema democracia, en sus elecciones primarias podía presentarse cualquier persona y podía votar cualquier persona. Con un poco de capacidad de captación que tengas, puedes convertir una votación seria en una votación de votamicuerpo.com o un concurso de Facebook en el que gana quien se lleve más "likes". Total, eres mi colega, te voto a ti, aunque ni me va ni me viene y ni siquiera voy a ser votante vuestro. De hecho ya ha habido un ganador en una de estas agrupaciones (o lo que quiera dios que sea) que tiene como líder a un personaje que presuntamente ha tenido la mano algo larga en una asociación de la que es (o ha sido, no lo sé) presidente.


Yo fui bastante activo en el 15M en Valencia. Y acabé cansado. Aquello molaba mucho al principio, había mil ideas y mucha gente dispuesta a trabajar, pero la falta de una estructura, de un líder y toda la mezcla de ideas, muchas de las cuales carecían de sentido ("la revolución será feminista o no será", ¿perdona?), hizo que muchos dejásemos de creer en aquello. Además me encanta la hipocresía de "abajo el sistema", "stop multinacionales", "a la mierda la globalización", con un Iphone en la mano y un MacBook en la mesa. Y Podemos nace de aquel movimiento. El problema es que luego acudes a alguna de sus asambleas y la idea que queda es "de verdad os reunís para ésto?", y la sensación que percibes es que la gran mayoría de personas que se reúnen están allí porque no tienen otra cosa que hacer, y que aportar, no aportan mucho. Más bien nada.

Es por esto por lo que no creo en Podemos y no creo que Pablo Iglesias vaya a ser el Bruce Wayne que necesita España. Hace falta gente más profesional, gente que sea capaz de gestionar eficazmente una concejalía, si se da el caso, y que cumpla con aquello que prometen de corrupción cero. Y ese es el gran examen de Podemos, ser capaces de llevar a cabo lo que dicen de boquilla. Ojo, que también hay mucha gente válida. Por ejemplo mi hermana, y no porque sea mi hermana. De hecho coincidimos en unas cero opiniones, aproximadamente. Pero se está dejando los cuernos en aquello en lo que cree y lo único que puedo hacer es felicitarle, además de recordarle que hay que tolerar las opiniones ajenas y aprender a dialogar. El pensamiento único es un error. Llegarás lejos si calmas tus formas.

Pero lo que también tengo claro es que PP y PSOE nunca más. Los primeros por corruptos. Los segundos por incapaces. Y si quieren un consejo, lo mejor que pueden hacer es cambiar toda su estructura y caras visibles. El vídeo que os dejo abajo describe a la perfección lo que yo opino sobre nuestro querido presidente. Un hombre sin ningún carisma, con apariencia de monguer al que cualquiera tomaría el pelo, incapaz de dar la cara cuando toca, solo a través de pantallas de televisión (con un par de cojones, sí señor), no puede ser presidente de un país. Como mucho de su comunidad de vecinos, y ya es demasiado. Y la tropa que le rodea es la bomba: una ministra de trabajo que no ha trabajado en su vida, una ex ministra de sanidad que será recordada por ser el ministro más inútil de la historia de nuestro país, una Esperanza Aguirre en modo GTA y a la que no le pasa nada, y un pequeño Nicolás que ha vacilado a todo el mundo y encima está ganando dinero con ello. Y Bárcenas de fondo, que ahora se va a muy divertido el asunto. Aquí os dejo el vídeo que comentaba antes (si no funciona, el enlace es: https://www.youtube.com/watch?v=DZgJ1EvEsEQ):


Y no nos equivoquemos, España necesita un partido de derechas fuerte, pero no esta banda de memos que dirigen hoy en día el PP. Porque un mundo capitalista como éste depende del capital, y el capital lo tienen las grandes fortunas. Eso sí, hay que acordarse de las personas, cuidarlas, mimarlas y ante todo respetarlas, porque todos somos personas. Del mismo modo que el empresario, ya sea grande, pequeño o mediano, tiene que saber que, además de ganar dinero, tiene una responsabilidad social. Basta ya de explotaciones laborales, el látigo dejadlo para vuestras fantasías sexuales. Si una persona trabaja 40 horas, hazle un contrato de 40 horas, con su sueldo de 40 horas, no lo dejes en un contrato de 20 horas con sueldo de risa. Piensa en que ese dinero que gastas en tu empleado no es un gasto, es una inversión, porque ese dinero, tarde o temprano, te acabará volviendo. Pero si la gente no tiene para gastar, a la larga acabarás cerrando, y, lo peor de todo, ARRUINADO.

Y el PSOE, ¿qué decir del PSOE? Empezad a ser un partido político de verdad y dejad de hacer el ridículo que venís haciendo en los últimos años. Ahora vuestra preocupación es que Zapatero, el gran Zapatero, se reunió con Pablo Iglesias. ¿Y qué? Si precisamente eso es lo que tenéis que hacer los políticos, reuniros más, trabajar más e increparos menos. Vuestros duelos de palabras me dan risa, sois patéticos. Ese "Y tú más" en el que vivís continuamente no nos sirve de nada a los ciudadanos. Nos sirve vuestro trabajo, que para eso estáis ahí. Y además llevándoos un dineral.


¿Quién sería mi candidato a Batman ideal? Lo tengo claro, Amadeo Salvo. Incluso tiene el perfil para protagonizar una cuarta película de Batman dirigida por Nolan: un hombre hecho a sí mismo, con una empresa que se ha expandido por los cinco continentes convirtiéndose en millonario, con estudios, preparación, capacidad de negociación, don de palabra y un par de cojones más grandes que mi cabeza. ¿Que es populista? Sí. ¿Que se ha enfrentado a todo el establishment político y bancario de la Comunidad Valenciana y ha salido victorioso? También. Él se marcó un objetivo, fue capaz de llegar a la gente y que se uniesen a su causa y venció a la Generalitat, a Bankia y a la asquerosa y repelente burguesía valenciana. Y no me cabe la menor duda de que el día que considere que su trabajo ya ha terminado, se marchará a su casa, porque no tiene necesidad de ser presidente del Valencia (aunque lo mismo dicen de Rajoy como presidente del Gobierno, diciendo que ganaría más de registrador de la propiedad).


Lo que tengo claro, para acabar, es que este país necesita un cambio urgente. Estamos todos indignados: autónomos, funcionarios, parados, jóvenes, ancianos, gente de mediana edad... TODOS. Y esto tiene que acabar de una vez. Incluso se nota en el ambiente, ya no se ve la alegría que se veía antes, todo el mundo está irritado y salta a la mínima. Hay que hacer algo ya, hay que echarles ya, y si no se les puede echar, hay que apretarles a tope. Nuestra vida política no acaba en una urna una vez cada cuatro años, es mucho más que eso. Porque a ti, lector, cuando haces mal las cosas en tu trabajo, te piden explicaciones. Ellos no son ni más ni menos que eso, nuestros empleados. Y como tal hay que exigirles. Porque podemos. Y nos lo merecemos. Pero ojo, la culpa no siempre es de los demás, tenemos que dejar de intentar ser el más pillo, el más listo y el más espabilado. Si seguimos así, seremos como ellos, y ellos seguirán ahí. El cambio está en nuestras manos, cambiando nuestra mentalidad y forma de actuar todo es posible. Tenemos que empezar a ser menos latinos y más europeos, a pensar en el colectivo en vez de en el individuo. Porque a la larga lo que es bueno para todos, acaba siendo bueno para ti.

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