viernes, 16 de enero de 2015

Cine: Corazones de acero (2015)

Gran película la última protagonizada por Brad Pitt y que llegó a las pantallas de España el pasado viernes 9 de enero. Otra vez (y las que quedan...) nos encontramos ante un film que nos adentra en la Segunda Guerra Mundial, aunque esta vez lo hace en las vivencias de una tripulación compuesta por cinco soldados de un frío tanque de acero estadounidense. No nos encontramos ante una película que trate una parte general del conflicto como podría ser "La Lista de Schindler" o un hecho histórico concreto o importante como "Pearl Harbour", sino ante una historia de guerra más, de soldados que simplemente "pasaban por allí".

El film nos sitúa en la una fría Alemania nazi en 1945, poco tiempo antes de la rendición del régimen de Hitler, después del desembarco de Normandía (de hecho el mismo es relatado por parte de uno de los soldados, de forma bastante gráfica y un tanto espeluznante). La tripulación comandada por Chacal (Brad Pitt) recibe un nuevo soldado, quien considera que alguien se ha equivocado con él y le han enviado allí por error, ya que a él le han entrenado como mecanógrafo y no como combatiente de guerra. Poco a poco deben ir conquistando los núcleos de población germanos que todavía no habían sido invadidos por las tropas estadounidenses.

La película es dura, no especialmente violenta ya que las escenas de guerra no abundan, pero sí que hace especial hincapié en como afecta el conflicto al estado mental de los soldados (en este film es más importante el lado personal del soldado que la acción), además de algún fotograma un tanto escatológico, como es normal. Por un lado encontramos a un Brad Pitt cuyo personaje sufre en su interior, cansado del conflicto, pero teniendo que dar apariencia de que nada sucede en su interior. El otro protagonista de la película, interpretado por Logan Lerman, es el que mayor evolución experimenta a lo largo de la historia. A su llegada al conflicto reniega del mismo, después consigue entenderlo y finalmente lo asume. El resto de personajes (a destacar un grandísimo Shia LaBeouf, como viene siendo habitual) se notan muy afectados por el conflicto: uno no para de aferrarse a la Biblia, otro está constantemente bebiendo alcohol y el último está total y absolutamente ido, situación que se acaba comprendiendo al escuchar su relato del desembarco de Normandia.


Las interpretaciones son muy buenas, consiguen transmitir las sensaciones que viven los protagonistas. Brad Pitt en su línea, sabiendo escoger los papeles que va a protagonizar (es increíble su capacidad para escoger buenos papeles). Logan Lerman consigue transmitir el dolor, el sufrimiento y la rebeldía del soldado novato ante un conflicto de tal magnitud, un soldado que no quería estar allí. Y Shia LaBeouf es, como siempre, una apuesta segura. Si pudo serlo en aberraciones como "Transformers 2", puede serlo también en películas como ésta.

La ambientación es sensacional. Esto ya se intuye en la primera escena, donde nos encontramos un entorno post-apocalíptico, lleno de escombros, edificios derruidos, suciedad y cadáveres. Un entorno oscuro, al fin y al cabo. El único pero en este aspecto es que las salas de cine no reproducen los olores de lo que vemos en pantalla. Supongo que en este caso pocos espectadores podrían aguantar sentados toda la película.


Yo soy una persona que valora la reacción del público al final de las películas. Y en este caso nos encontramos ante lo esperado: silencio. Eso, ante una película de este tipo, siempre es buena señal.

Puntuación: 8,5/10

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