La verdad es que lo último que se me pasaba por la mente hoy era ponerme a escribir una entrada de blog, ni siquiera pasaba por mi mente, pero hay una persona por ahí que me provoca mediante sus conversaciones interesantes (que no siempre inteligentes, jeje) y he sentido la imperiosa necesidad de sentarme delante del ordenador y empezar a dar rienda suelta a mi imaginación. Toda la motivación que me ha faltado durante 350 días de 2014 me viene de golpe. Si algún día desaparezco para dos años o así, no os extrañéis, es mi forma de ser.
Esperando que hayáis pasado buena primera mitad de las fiestas navideñas y una nochevieja llena de excesos saludables, vamos a empezar a escribir cosas interesantes. O no.
Cuando abrí este blog lo hice pensando en escribir de lo primero que se me pasase por la cabeza. Las primeras entradas eran deprimentes, hay que reconocerlo. Daban asco. Luego metes un poco de fútbol, en un artículo amoroso hacia la figura del mediapunta, y año y medio después te pones a hablar de cualquier cosa. Este año pretendo aportar un granito de arena en el crecimiento de cada uno que decida invertir su tiempo en leer mi rinconcito. Y colar algo de fútbol, mi pasión, intentando hacerlo desde el punto de vista más racional, más explicativo.
Dicen que en España hay 46 millones de entrenadores, uno por cada español. Yo digo que hay 45.700.000 entrenadores que no tienen ni puta idea. Y esto lo podemos extrapolar a casi cualquier ámbito de la vida. Es la magia de las redes sociales, que muestran al mundo lo ignorante que eres en muchos aspectos. Pero claro, hay que hablar de todo y comentarlo todo. Incluso a mi esta mañana me han dicho que demostraba no tener ni idea de un asunto al expresar mi opinión al respecto. Y es cierto, desde el enfoque en que se había planteado la conversación no tenía ni idea, pero opinaba bajo otro prisma que hacía que mi opinión fuese válida.
El otro día me llamó poderosamente la atención uno de los comentarios más absurdos, monguers y desinformados que he leído últimamente en Twitter (si alguien quiere seguirme, mi cuenta es @Monle85). La interacción trataba sobre el fichaje de Enzo Pérez por el Valencia. Para quien no sepa de que va la historia, hago un resumen rápido: Peter Lim se convierte en máximo accionista del Valencia y ficha jugadores de la liga portuguesa, varios del Benfica. El Benfica es un club que cotiza en Bolsa. Comentario inteligente de alguien: "Seguro que Peter Lim gana dinero en acciones del Benfica fichándoles jugadores". La suelto y me quedo más ancho que largo. Es totalmente imposible entender que si el valor del Benfica es de 100 y vende a su mejor jugador, después de haber vendido a varios jugadores importantes, las acciones van a bajar de precio. Es cierto que en un futuro se puede comprar acciones a 50, que suban a 120 y venderlas, pero eso ya es suponer demasiado. Y no creo que Peter Lim sea tonto, invierta 300 y pico millones en el Valencia para ganar dos o tres si llega, y más habiendo regulaciones legales al respecto.
Y es que la gran mayoría de veces vale más callar y parecer tonto que hablar y demostrarlo. Yo siempre digo lo mismo: "no hablo de nada de lo que no sé", pero no todo el mundo hace lo mismo, lamentablemente. Y es un error, porque generalmente aprendes más escuchando que hablando de lo que no sabes. Pero es mucho pedir, más aún cuando tienes libertad de escribir lo que te apetezca, como hago yo aquí. Libertad de expresión lo llaman. Deberían hacer exámenes para concedérsela a más de uno.
Pero aún voy más allá. ¿La gente quiere aprender? Todos los días vemos auténticas salvajadas ortográficas a través de nuestras pantallas. Tan absurdo es, que muchos "palabros" son más difíciles de escribir mal que bien: "ahún", "haiga", "iva", más los archiconocidos "por qués". Y si encima nos volvemos exigentes y queremos que alguien se curre escribir como toca un "a ver" o "haber", la liamos demasiado. Hay hasta quien escribe "aber".
Joder, que no es tan difícil. Es poner interés en integrarte correctamente en el entorno en el que vives. De pequeño te enseñan a andar, y no veo a nadie que se empeñe en tropezarse constantemente por dejadez. Porque al final la vida es aprendizaje constante, Kaizen*, y eso es lo que nos diferencia de muchos seres animales. Que si hoy tenemos lo que tenemos es porque hay gente que se ha preocupado por hacer evolucionar la raza humana, que si podemos escribir a través de una pantalla, sentados en una silla, apoyados en una mesa, abrigados con ropa y calentados por un radiador, es porque hemos querido aprender, hemos querido solucionar nuestros problemas o inquietudes. Pongamos nuestro granito de arena, por favor.
Quizá el problema sea que creemos tenerlo todo hecho, que no creemos tener necesidad de hacer más, que siempre habrá alguien que piense y haga las cosas por ti. Menudo error.
* El Kaizen es una filosofía de vida que apoya el crecimiento constante. Más info: http://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/el-metodo-kaizen-para-el-mejoramiento-continuo
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